La Ética, Nuestra Imagen.

Escuchar platicar con cierta decepción a un padre de familia sobre las actitudes del docente de una de las asignaturas importantes de la Educación Básica, permite reflexionar y hacer una revisión sobre la actitud adoptada por X elemento, misma que conllevará a conocer más la parte oscura del (la) persona.
Cuando el(la) alumn@ ha cumplido esmerándose hasta completar el 100% de las actividades encargadas, lesiona el desempeño educativo, cambiando muchas de las veces las acciones de cumplir a medio o ya no cumplir.
Cuando inicia un nuevo ciclo escolar, se recomenda que el (la) docente, explique claramente a l@s alumn@s, las estrategias que utilizará para evaluar, así como los detalles, actividades y tipo de participaciones que tomará en cuenta. En el momento en que se deja de dar esta información a alumnos y  padres de familia, habrán inconformidades y/o malos entendidos hacia los resultados reportados por el(la) docente.
El Aprendizaje Esperado (AE), señala claramente que se espera que el alumno aprenda con las actividades a realizar durante la clase.
La RIEB, sugiere que el (la) docente escriba en el pizarrón el AE, lo lea con sus aqlumn@s y comprendan; lo que facilitará alcanzar dicho AE.
Sería saludable y se sugiere que el docente, con la participación de sus alumn@s, realice el o los procedimientos  para determinar la calificación final del Bloque; esto brindará tranquilidad y confianza entre l@s alumn@s y desaparecerán inconformidades de todo tipo.
El (la) docente que asienta califiaciones, sin valorar los esfuerzos y el cumplimiento de sus alumn@s, demuestra que es falto de ética profesional.
Una calificación injusta, asentada y entregada, puede marcar de por vida el futuro del (la) alumn@.